Habana Vieja
Habana Vieja, ¿dónde alojarse?
Alojarse en la Habana Vieja es ponerte al alcance de la magia habanera, de la cargadísima historia de este barrio habanero, de su sabor fuertemente colonial… y querrás quitarle capas a esta cebolla infinita, para llegar a su corazón y para conocerla. Sin embargo, no podrás. Antes de llegar, la Habana Vieja te enamorará sin permitir que la conozcas. Porque tiene embrujo, sabor, color y ritmo.
Reserva ahora y cancela después, sin penalizaciones (política de cancelaciones). Confirmación inmediata. Sin cargos de gestión. Busca y encuentra tu alojamiento en Habana Vieja. Apartamentos, penthouses, casas particulares… alojamientos de casa entera o por habitaciones. Tenemos lo que quieres.
De tapas por la Habana Vieja
La Habana Vieja tiene una enorme oferta gastronómica. Desde los, cada vez más populares, bares de tapas, pasando por los restaurantes famosos y terminando en los paladares de todos los precios y categorías.
La cocina habanera se ha transformado en pocos años y ha apostado muy decididamente por la cocina internacional, fuertemente mezclada con los sabores y aromas criollos.
En la Habana Vieja puedes comer por un par de dólares hasta… (hasta donde tú digas basta). Hay oferta para todos los bolsillos y paladares.
¿Tienes todo a punto?
Para evitar sorpresas de última hora, podemos darte todo lo necesario para que tu viaje sea un éxito. ¿Llegas en avión y no sabes cómo ir hasta el alojamiento? Un transfer aeropuerto/alojamiento es lo ideal. Haremos que un taxi te esté esperando a la salida de la terminal. ¿Necesitas un seguro de viaje que cubra cualquier imprevisto? Tenemos un seguro específico que te va a interesar. ¿Algo más?
Qué hacer en la Habana Vieja
Qué hacer en Habana Vieja? No es fácil responder a esto porque… ¡¡¡Hay tanto que ver!!!! Las viejas calles coloniales, las cuatro plazas que vertebraban la vida urbana, museos, bares famosos, el viejo puerto… Pero hay ciertas cosas que deberías probar sí o sí: dar un paseo en un “carro de los 50” (un automóvil clásico y descapotable, por supuesto), tomar un guía turístico para que te enseñe los rincones que merece la pena conocer, asistir al “cañonazo” de las 9 de la noche y todo aquello que tu mente anhele.
Busca, encuentra y… ¡disfruta!
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