Camaguey
Dónde dormir en Camaguey
Dónde dormir en Camaguey no es algo que deba pensarse mucho. Hay dos opciones: por un lado tienes los hoteles de lujo (pocos, pero buenos) y, por otro lado, los hostales, casas particulares y alojamientos (que son buenos y económicos). Existe una tercera opción (pero no la recomendamos): los hoteles de baja categoría (te costarán igual que un hostal y son peores en limpieza, tranquilidad, servicio gastronómico y trato).
Camaguey tiene mucho más atractivo del que a priori se le adjudica (como todo el centro y el oriente cubanos). Sorprende muy gratamente. Su centro histórico tiene mucha vida, mucho que pasear y mucho donde sentarse, tomar un mojito, hacer unas fotos y disfrutar.
Camaguey: ¿dónde comer?
En la zona centro, casco histórico y sus alrededores, se concentra la mayor oferta de restaurantes y paladares de Camagüey. No es una ciudad cara y la calidad ha subido en los últimos años bastante, siguiendo esa corriente que ha renovado las proppuestas gastronómicas de toda Cuba. Cocina divertida, atractiva, con sabor y color, productos ecológicos y guarniciones de temporada. La propuesta principal es la de la cocina criolla (mezcla de culturas española y africana, con aportaciones nativas), seguida por la internacional. Sin embargo, encontrarás sin problemas pizzerías y otras alternativas que se adaptan sin problema a tu presupuesto.
¿Tienes todo a punto?
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Qué ver en Camaguey
Camaguey es una ciudad con preciosos entornos a su alrededor, como las playas de Santa Lucía y de los Cocos (ambas son muy bonitas y poco visitadas, dos joyas). Pero Camaguey es una ciudad de marcado estilo español (especialmente en el trazado colonial de sus calles, aparentemente caótico… que le dan todo el encanto que tiene). Está diseñada a golpe de recoveco, callejón, esquinas y rinconcitos. De ahí su fama de laberinto antipiratas (cuentan que se hicieron las calles con un trazado entrvesado a fin de desorientar a potenciales atacantes y favorecer su defensa). En cualquier caso, es una ciudad que invita a ser disfrutada, paseada y recorrida. Preciosas plazas, impresionantes iglesias y conventos coloniales y, de un tiempo acá, sus artistas (destaca la escultora Martha Jiménez y sus esculturas de tamaño natural, que se diseminan por plazas y rincones).
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